Niños robados: un caso que se puede resolver

Niños robados: un caso que se puede resolver

Los niños robados en España


Uno de los casos más desconocidos de los crímenes cometidos durante el franquismo es el de los niños robados, una extendida práctica que se alargó incluso hasta después de la muerte de Franco.

El caso de los niños robados del franquismo engloba a más de 30.000 bebés e infantes que, durante la Guerra Civil y la posterior represión franquista, fueron arrebatados ilícitamente de sus madres biológicas (en su mayoría republicanas encarceladas y madres solteras en situación de vulnerabilidad) para ser entregados en adopción a familias bienestantes, normalmente afines al régimen.

“Su hijo ha muerto en el parto” se les decía a muchas madres que acababan de dar a luz, pero la cruda realidad es que su hijo estaba sano, pero ya en manos de otra familia que había pagado una importante suma de dinero por ese bebé.

Algunos doctores, monjas, comadronas, personas con cargos importantes… se aprovecharon de la delicada situación de muchas familias, incapaces de defenderse a nivel legal,  para enriquecerse con estas prácticas totalmente inmorales.

 

Localizar a los niños perdidos


El vacío y dolor que causaron a estas madres es irreparable, pero muchos casos todavía están por resolver y la mayoría de niños robados siguen vivos con un desconocimiento total de la realidad de su historia y sus orígenes biológicos.

Localizar a una persona no es una tarea sencilla, es un trabajo laborioso, que requiere de largas horas de investigación y técnicas específicas. Una labor que debería estar en manos de un investigador profesional, eficiente y capacitado para llevarla a cabo con éxito.

Cabe destacar que todo aquél que sospeche poder ser un “niño robado” puede pedir su origen biológico a la justicia, tal como está previsto en la legislación española vigente.

 

Análisis de ADN, una prueba infalible


Afortunadamente, en la actualidad contamos con indoloras e infalibles pruebas de paternidad y maternidad, basadas en el análisis de ADN, que nos permiten determinan sin un ápice de duda el parentesco entre dos personas.

Con tan solo frotar la pared interna de la mejilla, podemos extraer una muestra de ADN completa para realizar la prueba.

Así que si sospechas de alguien que haya podido sufrir las consecuencias de esta mala praxis tan habitual durante más de 40 años, estaremos encantados de poder ayudar.
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