La competencia desleal interna, un riesgo para la empresa

La competencia desleal interna, un riesgo para la empresa

Una parte relevante de los servicios prestados por detectives privados está dedicada al ámbito laboral y mercantil. Dentro de este sector, una de las preocupaciones más extendidas entre las empresas que recurren a esta contratación es la competencia desleal.

En España, esta mala praxis está regulada por la Ley 3/1991 de Competencia Desleal, modificada en 2009, según la cual es desleal todo comportamiento contrario a la buena fe. Entre estas prácticas ilegales frecuentan el aprovechamiento de la reputación ajena, la denigración o la publicidad ilícita, englobadas en la competencia desleal externa; y la violación y divulgación de secretos y el desempeño de actividades paralelas, considerados competencia desleal interna.

La competencia desleal interna


En este artículo nos centramos en la competencia desleal interna, es decir, aquella que nace en el interior de la compañía, por lo tanto, que es llevada a cabo por los mismos empleados. Son los trabajadores de una empresa los responsables de su crecimiento o declive, por lo que la confianza dispuesta sobre ellos es fundamental para el óptimo desarrollo de un proyecto.

La violación o revelación de secretos sin autorización puede ser una acción penada por la ley, independientemente del modo en el que se haya obtenido la información.  Estos datos fugados pueden ser tan relevantes como resultados de investigaciones I+D, nombres de clientes, precios, fechas de vencimiento de contratos o, incluso, el mismo know-how de la marca.

Otro tipo de competencia desleal interna es el desempeño de actividades paralelas por parte de un empleado, sin el conocimiento de la empresa y aprovechando el aprendizaje y los recursos logrados en ella. Estas tareas son de la misma naturaleza y, a veces, se realizan para otras empresas, pero también es habitual que se lleven a cabo por cuenta propia con el objetivo de constituir una nueva compañía, aprovechándose de lo adquirido en el puesto de trabajo.

La motivación para llevar a cabo estas malas prácticas es, normalmente, el deseo de prosperar en una carrera profesional, ya que se perciben como una oportunidad para ello. Es frecuente que esta decisión la tomen trabajadores con mandos intermedios o directivos.

Cómo actúa un detective privado


No siempre es fácil detectar estos actos fraudulentos en un individuo, ya que a veces se constituyen en todo un entramado de acciones difíciles de identificar. Por eso, recurrir a la investigación privada puede ser la solución más efectiva.

Un detective privado planificará su línea de actuación y llevará a cabo un trabajo de seguimiento y vigilancia, mediante el cual obtendrá pruebas -fotográficas, videográficas, sonoras o escritas- que demuestren la culpabilidad del trabajador. Además, también podrá desvelar información sobre terceros implicados, si los hay. Toda esta documentación será puesta en manos del cliente, con la certeza de que las pruebas serán válidas para la toma de decisiones de la empresa.

Desde Global Risk aconsejamos a las empresas actuar rápidamente ante cualquier sospecha y confiar en profesionales de la investigación laboral y mercantil. De este modo, en caso de que las suposiciones no se confirmen, el trabajador no desconfiará de la compañía por haber dudado de él. No obstante, las investigaciones normalmente llegan a resultados concluyentes que evitan situaciones que, de haber sucedido, habrían comportado consecuencias irreversibles para la empresa.
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